18 noviembre 2019

Una comunidad de código abierto para las democracias del siglo 21


Las tecnologías cívicas van más allá de la experienia del usuario como simple consumidor


¿Es posible fundar una comunidad a partir de la creación colectiva de un código digital para la participación ciudadana? La plataforma Decidim es un ejemplo vital y dinámico de que "sí se puede". Este proyecto de democracia participativa de código libre para ciudades y organizaciones nació en España al calor de los gobiernos del cambio surgidos en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia tras las elecciones locales de 2015.

Conviene aclarar que una 'comunidad' no hace aquí referencia a ninguna identidad grupal en particular, sino a la modalidad de trabajo que es propia de la comunidad científica. Su método requiere compartir los hallazgos de los experimentos, debatir sus resultados y mejorar desarrollos posteriores con el fin de adquirir un mayor conocimiento de aquello que se estudia; todo ello con el fin de encontrar posibles aplicaciones destinadas a solucionar una problemática determinada, preferentemente desde la perspectiva del bien común y de las disciplinas múltiples.

Un orden neoliberal está socavando los cimientos de las instituciones democráticas basadas en los derechos humanos que habíamos acordado en el siglo pasado.


En el caso que nos ocupa, se busca mejorar, y cambiar si es preciso, las herramientas o mecanismos democráticos de gobierno, control y decisión, que van desde los procesos y presupuestos participativos y las iniciativas ciudadanas hasta la posibilidad el darnos nuevas leyes de forma abierta, segura y democrática mediante el uso de la tecnología digital. 

Transcurridas casi dos décadas del siglo 21, la democracia representativa está perdiendo la capacidad de cumplir su cometido en un tiempo en el que se impone un orden neoliberal que socava los cimientos de las instituciones democráticas basadas en los derechos humanos acordadas en el siglo pasado. Así, vemos que surgen, desde la voluntad popular, propuestas que pugnan por la creación de mecanismos de democracia directa en las cuales se cuenta con la participación de la ciudadanía, en un marco deliberativo que permita llegar a la toma de decisiones conjuntas, facilitada esta vez por las llamadas tecnologías cívicas.

Entendemos por tecnologías cívicas al conjunto de herramientas o procedimientos (validados) y protocolos propios de las tecnologías digitales aplicadas a la información y la comunicación, que posibilitan la participación y el fortalecimiento de la ciudadanía con el fin último de mejorar la gobernanza y procurar el bienestar al interior de sus comunidades.

Tras la adopción de la plataforma Decidim Barcelona por el Ayuntamiento de Barcelona en 2017, activistas sociales y profesionales entre los que se incluye a personas que provienen de las ciencias sociales o políticas y la ingeniería para el desarrollo de software, han debatido el futuro de Decidim, utilizando el propio mecanismo de participación digital creado por ellas y proponiendo la "gobernanza democrática" de una comunidad abierta con la finalidad de seguir innovando en las instituciones de gobierno. Para ello se creó la plataforma Metadecidim y se abrió el proceso decidim.GOV, gracias al cual quedó definida la misión y visión de la comunidad así como sus valores como organización. 

En su asamblea fundacional de febrero de 2019, Decidim quedó conformada como una asociación que cuenta con una "estructura democrática de participación ciudadana".
Decidim ha sido registrada como entidad jurídica en Barcelona bajo el título de "Asociación de software libre Decidim", según anunció su coordinador, Guillem Marpons, a finales de octubre. La entidad tiene por objetivo asegurar la diversidad de sus vías de financiación (hasta la fecha ha sido financiada con el encargo recibido del Ayuntamiento de Barcelona para desarrollar su plataforma ciudadana haciendo uso del software libre), velar por la calidad del código en el que se basa su software (especialmente en las actuaciones de reingeniería o refactoring), y promover un diseño y desarrollo democráticos en la creación de todos sus módulos.

Decidim ha adoptado un Contrato Social que recoge los principios del uso del software libre y de contenido abierto: transparencia, trazabilidad e integridad


En el convenio recién firmado con el Ayuntamiento de Barcelona y el consorcio LOCALRET (entidad impulsora de la sociedad de la información en el ámbito municipal de Cataluña), se reconoce a la asociación Decidim como la "legítima responsable de la gestión del patrimonio ciudadano y digital, resultado del proyecto Decidim". 

El Contrato social recientemente aprobado por su asamblea contiene un conjunto de principios a los que sus integrantes se adhieren al utilizar, desarrollar o participar del código de Decidim:
  • Esto va unido al compromiso de la propia plataforma digital de garantizar la igualdad de oportunidades, el uso de indicadores de calidad y la confidencialidad de los datos.

Por su parte, Virgile Deville de Open Source Politics presentó los resultados del Decidim Day celebrado en Francia el pasado mes de setiembre, y al que asistieron 150 participantes de cuatro países para conocer de cerca el desarrollo del software libre Decidim y sus aplicaciones como tecnologías cívicas para la democracia participativa así como el marco conceptual de la Tecnopolítica.

Con 100 administraciones locales o regionales y otras entidades actualmente utilizando Decidim en Europa y América Latina, los próximos pasos de la asociación se dirigen a la creación de un comité de garantías democráticas que elabore un Código ético y un Reglamento interno para finales de 2020.