17 abril 2011

"Inside Job" peruano

Mientras se mantiene inactivo el complejo metalúrgico de La Oroya (Junín) desde 2009 por el incumplimiento de los compromisos de adecuación medioambiental y por deudas, sus habitantes ahora se enfrentan a la perspectiva del desempleo, mientras las autoridades peruanas y la empresa Doe Run entablan un contencioso que puede costar al Estado peruano 800 millones de dólares por incumplimiento de los acuerdos de comercio con EE. UU. Un ejemplo de la herencia dejada en la década de privatizaciones del gobierno de Fujimori, quien en 1997 "aseguró" la inversión extranjera haciendo pagar este alto precio a las comunidades afectadas. La Oroya se encuentra entre las 10 ciudades más contaminadas del planeta, con unos niveles alarmantes de plomo en sangre entre sus habitantes.

La empresa filial peruana miembro del Grupo Renco ha iniciado ahora una batalla legal para reclamar lo que le prometieron en esas privatizaciones, en un típico ejemplo de cómo el gran capital tiene sus caminos bien pavimentados hacia la impunidad y el negocio al estilo Inside Job.

Congresistas lobbistas de EE.UU. intervienen a favor de Doe Run

En su batalla legal con el Gobierno peruano por la fundición de metales de Doe Run Perú que permanece inactiva en La Oroya (Junín) desde el año 2010, el Grupo Renco y su multimillonario propietario, Ira Rennert, han reunido a un poderoso grupo de presión para actuar y asesorarse en la disputa que tiene la empresa minera con el Gobierno peruano. Entre ellos se incluye a ocho ex funcionarios de gobierno norteamericanos que actualmente trabajan en cinco firmas de abogados y de lobby con sede en Washington.

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01 abril 2011

Wikileaks y las revueltas árabes: traspasando el umbral del miedo


La última noche de kosmópolis11 en Barcelona, el 26 de marzo, reservaba todo un descubrimiento: el diálogo en sesión abierta con las periodistas Sihem Bensedrine (Túnez) y Javeria Kabani (Suecia), presentadas por la periodista catalana Lali Sandiumenge, quien desde su blog Guerreros del teclado, viene reportando sobre los acontecimientos en el mundo árabe y en Oriente Medio.

La ola de protestas civiles que reclaman una apertura democrática en los países de la región, se inició en Túnez con la llamada “Revolución del jazmín”, en lucha contra el régimen policial y mafioso liderado desde 1987 por el presidente Ben Alí, hoy prófugo de la justicia. Bensedrine se refirió a cómo los tunecinos “traspasaron el umbral del miedo” y respondieron a la prepotencia del régimen. Figura clave de la resistencia democrática de Túnez, varias veces encarcelada por el dictador, Bensedrine es portavoz del Consejo por las Libertades y participa en la difícil tarea de devolver al pueblo y a las instituciones de su país la vida democrática perdida durante la dictadura. Reconocida como una defensora de la libertad de prensa y los derechos humanos, fue fundadora del diario digital de oposición Kalima, que sufrió graves amenazas y fue clausurado por sus denuncias al régimen. En 2010, la periodista fue invitada por el PEN catalán a una estancia de un año en Barcelona en un programa para escritores que viven bajo amenazas a su libertad de expresión.

Bensedrine explicó el trabajo de las comisiones de investigación y reorganización de las instituciones y del Gobierno Interino de Túnez. Las comisiones paritarias, conformadas por la sociedad civil y miembros del Gobierno, fueron impulsadas desde la Presidencia Provisional, y funcionan con el apoyo de informantes clave que permitirán desmantelar el Estado policial creado por el régimen de Ben Alí. Como dato de interés, las instituciones policiales de Perú, Polonia y Bielorrusia, que ya han vivido este proceso de transición y subordinación a las instituciones democráticas, están ayudando en el caso tunecino.


[La periodista tunecina Sihem Bensedrine]


Javeria Kabani fue también invitada a presentar un avance del documental Zero Silence, del cual es una de las coproductoras y realizadoras, y que narra la vida, los hallazgos y las denuncias de activistas en la Red que transmiten desde Líbano, Egipto y Túnez, y que hacen posible las conexiones entre los movimientos de protesta de la región, aún con riesgo de sus vidas y su libertad personal. Kabani explicó que su trabajo ha sido financiado por un programa sobre libertad de expresión y democracia de la agencia gubernamental de cooperación sueca. No dejó de resultarme curiosa la coincidencia de ver cómo repartían en la sala de la conferencia un folleto de avance editorial de Wikileaks y Assange (Editorial Deusto), que se anuncia como “un relato trepidante sobre cómo se fraguó la mayor filtración de la historia”, —y que quizás sea la razón de la expeditiva repatriación del fundador de Wikileaks, si prospera el pedido de extradición cursado al Reino Unido por la Fiscalía sueca, por supuestos delitos sexuales cometidos por el periodista australiano.