07 mayo 2022

¿Por qué hoy una nueva constitución para el Perú?

 

Álvaro Campana, secretario general de Nuevo Perú entrevistó el pasado 4 de mayo a Nicolás Lynch, sociólogo, investigador y miembro de #IniciativaConstituyente. El profesor Lynch acaba de publicar La razón política: una nueva constitución para el Perú.

[Acceda a la entrevista en el canal #TiempoConstituyente de Youtube]

Tanto el libro publicado por Lynch como sus declaraciones en la entrevista buscan responder a la siguiente pregunta: ¿Por qué hoy una nueva constitución para el Perú?

Ofrecemos aquí un resumen de los principales puntos expuestos en la entrevista en Youtube. Los textos destacados completan algunas y cuestiones tratadas, que el curador de este Blog añade en sus palabras.

 

Pasos hacia una salida constituyente en tiempos de crisis

1.     Un programa de emergencia frente a la crisis: la salida constituyente responde al reclamo popular que tiene su origen en las crisis actuales. Es urgente [que este Gobierno] adopte medidas para enfrentar los problemas acuciantes que afectan a la ciudadanía como el alza de precios, la salud, la educación, la emergencia alimentaria y las infraestructuras.

2.     Reforma política necesaria: no podemos seguir con las mismas reglas electorales que nos llevan a repetir, una y otra vez en cada proceso electoral, el mal accionar de nuestras instituciones democráticas. Hoy la podredumbre de representación que se hace con el manejo del Estado peruano desde los poderes Ejecutivo y Legislativo [lo hace para perseguir sus propios fines privados en detrimento del bien común de la nación].

3.     Señalar un futuro para el país con miras a un horizonte constituyente que permita ejecutar tanto el programa de emergencia como la reforma política.

Cinco aspectos clave para el contenido de una nueva constitución y su necesario debate

  1. Por una Constitución que aborde el rediseño de la identidad del Perú. No más racismo y eurocentrismo: debemos reconocernos como una nación pluricultural y multilingüe que encuentra su riqueza en la diversidad [de todos los sistemas en los que transcurren nuestras vidas y la promesa del bien vivir. No más una sociedad organizada desde dentro para algunos y hacia afuera para otros]. 
  2. Rediseñar los derechos fundamentales de manera que la nueva constitución los siga recogiendo pero que, ahora sí, INCLUYA, AMPLÍE, REDEFINA [y GARANTICE] el conjunto de los derechos civiles, políticos, sociales y culturales: la igualdad de género, los derechos de los pueblos originarios, el derecho al cuidado del medio ambiente, entre otros [sin olvidar los derechos colectivos y los derechos de la Pachamama]. Al aumentar los derechos, quedarán redefinidas las cuatro familias de derechos fundamentales [muchos de los cuales el Estado peruano incumple hoy día, a pesar de su obligado compromiso por los protocolos internacionales suscritos].
  3. Un análisis de cómo este rediseño de los derechos va a incidir en el poder político de los tiempos por venir. Se debe prever la incidencia que este cambio constitucional tendrá en la estructura misma del poder del Estado. Ello requiere que avancemos hacia una democracia que no sólo sea representativa (Congreso y Presidencia de la República) sino que incluya también la participación de la ciudadanía tal como ésta quede establecida en el nuevo texto constitucional.
  4. Una constitución que reescriba el capítulo económico actual, que es el reflejo exclusivo de la agenda unilateral de los grandes propietarios del Perú desde la década de 1990. El capital nacional e internacional han gozado de una constitución neoliberal hecha a la medida de sus negocios [especulativos y corruptos en su mayoría]. Este Estado es incapaz de definir sus políticas de inversión pública y acoger las posibilidades del pluralismo económico. [Y tampoco se encarga de llevar a efecto las políticas públicas por las que debería velar un Estado emprendedor que apueste por la innovación y otras formas de propiedad, así como alternativas al modelo primario exportador de la economía peruana].
  5. Evaluar los dos esquemas de descentralización recogidos en las constituciones de 1979 y 1993, con las fallidas reformas realizadas a esta última desde el año 2002. Hemos fracasado en alcanzar una genuina autonomía política y económica en las regiones del territorio nacional que comporte el diseño de mecanismos y marcos jurídicos para afrontar de manera eficaz la corrupción endémica en la política nacional y regional.

 

“Se busca un cambio de fondo y de contenidos en la nueva constitución , que debe ser reflejo de un nuevo pacto social” (Álvaro Campana).

Estas son las dimensiones del texto constitucional en las que se debe trabajar. En los próximos meses debemos debatir y profundizar, para darnos una nueva Carta de navegación. La constitución es tan solo una herramienta para crear una voluntad política que pueda darle un futuro al Perú (Nicolás Lynch)