23 marzo 2020

Epidemia de coronavirus en España


Epidemia de coronavirus en España

Barcelona, 23 de marzo

En España, estamos entrando en la tercera semana de la pandemia del corona virus (SARS - CoV2), que está azotando muy especialmente a los países de Europa desde que se produjo el brote epidémico en Italia a principios de marzo. Las autoridades españolas declararon el Estado de alarma el 14 de marzo; también el cierre de las fronteras, y que muchos países del Área Schengen han ido adoptando con otras medidas similares en los días siguientes. Hasta la fecha, los casos de infección en España ya sobrepasan los 33.000 (4.517 registrados en las últimas 24 horas). Los pacientes hospitalizados son 18.374. Hay 3.355 pacientes recuperados y el número de fallecimientos llega a 2.182.

El país entero está luchando por romper la cadena de contagios, siguiendo las órdenes de confinamiento que se han ido cumpliendo de modo más estricto a medida que aumentaba la conciencia entre la población de la magnitud de esta epidemia, y también las multas y detenciones para los infractores. El aislamiento sanitario puede ser de distinto grado, según la gravedad que revista la epidemia en cada lugar; por ejemplo, en el caso de Igualada (foco de la epidemia en la provincia de Barcelona) no se permiten entradas ni salidas de personas en toda la comarca, como está ocurriendo también en zonas de Italia. 



Coronavirus SARS-CoV-2 aislado en un paciente en EE. UU. Fuente: NIAID CC / BY Wikimedia Commons

Se teme (y esto ya se ve en algunos lugares) el colapso de los sistemas sanitarios debido a que la curva de nuevos casos es muy pronunciada y la estrategia de contención y aislamiento aún no ha tenido el efecto esperado: hacer que la curva de contagios y de ingresos se suavice y permita atender a todos los pacientes hospitalizados con SARS CoV-2 sin desatender a otros pacientes que requieren atención en urgencias y en cuidados intensivos. Con esta estrategia, las autoridades sanitarias esperan que muy pronto las personas infectadas y con síntomas agudos empiecen a llegar de manera más escalonada en el tiempo, y no de golpe como ahora.

Las autoridades nos dicen que la semana del 23 al 29 de marzo será crucial, cuando se pongan a prueba las medidas ya implementadas (medidas de higiene, distanciación social y suspender los actos públicos o de grandes grupos para contener la propagación). Sigue trabajando en la calle el personal esencial en las cadenas de suministros (desde alimentos y medicamentos hasta servicios básicos como luz, agua, gas y seguridad pública). En los hospitales el personal sanitario es especialmente vulnerable al contagio. Sin embargo, ambos grupos están haciendo su trabajo de manera heroica. A veces no alcanzan los equipos protectores individuales y las mascarillas quirúrgicas y de infectados. Ante esta situación, los profesionales de la salud están demostrando una entereza y una voluntad de servicio admirable en los cuidados y en las unidades de cuidado intensivo (UCI). En estos momentos atienden a tres veces el número de pacientes que normalmente pueden admitir, y el nivel de contagio del personal alcanza el 12% del total de infecciones.


En IFEMA habilitan 150-160 camas para personas sin hogar que no muestran síntomas. Fuente: Ayuntamiento de Madrid - CC BY 4.0 Wikimedia Commons

Durante el fin de semana se han puesto en marcha los diagnósticos rápidos del virus con la prueba PCR, a razón de 15.000 tests diarios y el gobierno ha asegurado la adquisición de cerca de un millón de nuevos kits para conseguir extender el número de pruebas diagnósticas a 35.000 diarias.

Por todo el país, efectivos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) desinfectan calles, estaciones de tren y autobús o centros sanitarios. Ellos ponen a disposición del personal clínico la logística necesaria para la creación de más camas y el apoyo para medicalizar las residencias geriátricas donde han fallecido ancianos a causa del contagio del virus, lo que ha disparado el alto índice de letalidad entre los ancianos.

Bajo la dirección de médicos de las fuerzas armadas de España, la UME está adaptando con rapidez grandes superficies civiles para que estas funcionen como hospitales de campaña. Los cinco pabellones de la Feria de Madrid (1.500 camas), o de los hoteles de la capital (hoy vacíos de turistas) han sido acondicionados para atender a los pacientes de SARS de diverso grado, y así cumplir la función de descongestionar las urgencias de los hospitales. Funcionan como centros clínicos y de atención a los pacientes que muestran los primeros síntomas , y se les hace un seguimiento tras haber sido diagnosticados.


Hospital Universitario La Paz de Madrid, donde se concentra la atención a los casos más graves. Fuente: Luis García CC-BY-SA 3.0 Wikimedia Commons


Las autoridades han solicitado el regreso al trabajo del personal sanitario y médico jubilado en los dos últimos años. Asimismo, se está pidiendo a los estudiantes de medicina y enfermería de último año de carrera, y a los internistas residentes, que se incorporen al servicio.

En resumen, esta epidemia está todavía lejos de remitir en Europa, pero se está enfrentando con lo mejor que puede ofrecer la gente, profesional y cívicamente hablando: coraje, cuidados y mucha dedicación, cada cual desde su área de actividad. Y también lo hacen quienes siguen las indicaciones quedarse en casa días y días, adaptando su vida cotidiana a esta situación excepcional sin perder la esperanza.

Es verdad que también ha habido algunos comportamientos de masa muy nocivos, como el de irse en tropel a la casa de la playa para aislarse, sin tener en cuenta que podemos estar propagando el virus al hacerlo; o acumular productos de primera necesidad a pesar de que estos se están reponiendo con toda normalidad. Aún así, estos episodios no son generalizados y aunque a veces los mensajes de algunos políticos y de la prensa partidista suenan a propaganda, el espíritu de unión que esta sociedad está demostrando es el de personas que son ciudadanas, vecinas, profesionales y familias que se sobreponen, se protegen y se ayudan mutuamente en retos tan letales e inéditos como el de esta epidemia. Y por descontado, transcurrida esta emergencia, hablaremos de un antes y un después en la sociedad española y en cómo nos planteamos la economía en el planeta entero.