13 junio 2018

Validez de la participación ciudadana en el ámbito de las instituciones de gobierno

Apuntes sobre el seminario de participación digital de la plataforma decidim.barcelona y sus posibilidades de integración en el marco de la Ley española de procedimiento administrativo de las administraciones públicas (LPACAP) 

 

La comunidad METADECIDIM celebró el pasado 3 mayo en Barcelona la sesión #11 de sus ya esperados encuentros LAB, en los que da a conocer el estado y los avances de sus investigaciones sobre innovación democrática y plataformas tecnológicas.

El seminario reunió a profesionales de las ciencias sociales, el derecho y la ingeniería informática, entre otros ámbitos, en una jornada de análisis y reflexión que contó con la presencia de personal técnico y político de la administración local de Barcelona.

En una sesión abierta al público en general, celebrada en la fábrica de creación Fabra i Coats, intervinieron como ponentes Mercè Mestre, del Instituto Municipal d’Informática, el jurista Agustí Cerrillo, catedrático de Derecho Administrativo de la Universitat Oberta de Catalunya y Anton Queralt, director de CONNEX, una agencia consultora en revitalización administrativa para las instituciones públicas.

Para los creadores de Decidim, la plataforma de participación ciudadana de la ciudad de Barcelona, puesta en funcionamiento en enero de 2017, no solo busca ofrecer una herramienta versátil que dé respuesta a la diversidad de dinámicas de participación ciudadana creadas en tiempos de democracia líquida, sino también garantizar la validez administrativo-jurídica de los procesos que esta aloja.

Con el fin de responder a este reto, LAB Metadecidim convocó a un seminario para analizar tres diferentes escenarios de integración entre el ámbito participativo y el administrativo, así como las implicaciones técnicas y políticas de cada uno de ellos:

  • Integrar Decidim con el procedimiento electrónico de creación de una iniciativa ciudadana con un enlace front end a la Sede electrónica del Ayuntamiento de Barcelona y una integración back end, donde los datos presentados por el ciudadano/ciudadana se vuelcan a la plataforma Decidim.
  • Integrar Decidim con el procedimiento electrónico de creación de una iniciativa con integración previa (es decir, con la iniciativa creada en Decidim y los datos de ésta volcados en el registro) y una integración back end, donde los datos presentados por el ciudadano se vuelven a volcar a la plataforma Decidim.
  • Integrar Decidim en el registro [municipal] de manera más genérica y a través de la utilización del certificado digital y/o firma digital, de tal manera que en el procedimiento no se sale de Decidim; una vez creada la iniciativa, los datos se transfieren al registro.
El seminario se planteaba el reto de “lograr que Decidim consiga validez administrativo-jurídica como vehículo de participación en la apertura de expedientes administrativos, en su procedimiento y en la recogida de firmas digitales de apoyo a iniciativas ciudadanas”. Para ello debía tenerse en cuenta el marco de la Ley de procedimiento administrativo común de las administraciones públicas, vigente desde el año 2015.

Según Xabier Barandiarán,
coordinador del proyecto de la plataforma Decidim de la Concejalía de participación ciudadana de Barcelona, mejorar la plataforma como servicio público requiere enfrentar las barreras del conocimiento y la experiencia del usuario o participante, y encontrar mayor accesibilidad al conocimiento generado. Ello pasa por integrar la cultura hacker en la administración pública, teniendo como objetivo la búsqueda de una validez administrativa y procedimental que al mismo tiempo garantice el derecho a la participación ciudadana.

Por ello es necesario reflexionar en qué medida puede encajar la voluntad política de los ciudadanos dentro de una realidad político-administrativa que a veces presenta barreras, identificadas en forma de obstáculos que pueden evitarse recurriendo a pasarelas que conectan a otras máquinas técnico-administrativas del repertorio de la función pública.






Avances en Decidim

La plataforma Decidim cuenta actualmente con tres tipos de usuariado: 1. visitantes, 2. participación registrada y 3. participación registrada y verificada. Es muy importante que la UX (experiencia de participante) no sea engorrosa y esté contenida en --o sea semejante a-- las experiencias de las personas usuarias de las redes sociales; de este modo estas se sentirán más animadas a ejercer su derecho a la participación, sin que su atención sea monopolizada por las redes sociales privadas como FB oTwitter. Para ello se está trabajando en el desarrollo de una APP de Decidim que fue presentada en la sesión operativa de Metadecidim del 5 de abril que deberá ponerse pronto a disposición de la comunidad.

Otro aspecto destacado por Barandiarán fue el de la proporcionalidad que debería existir para la exigencia de garantías. Por una parte están las garantías para la clásica recogida de firmas para cualquier iniciativa ciudadana que se quiera presentar ante las administraciones, lo cual requiere la designación de fedatarios responsables de la validez de las firmas recogidas; por otra, está el procedimiento de verificación de las identidades en las bases censales. Para los desarrolladores de Decidim es evidente que el procedimiento no puede ser exactamente igual cuando nos movemos en el ámbito de las plataformas tecnológicas de participación digital.

Centrándose en los aspectos de la información y difusión del procedimiento administrativo en el marco de la LPACAP, Agustín Cerrillo ilustró los conceptos jurídicos aplicables a la verificación de la firma electrónica (identidad).

La ley reconoce un conjunto amplio de derechos relativos a la participación, como los de ser asistidos en el uso de medios electrónicos y para obtener o utilizar los medios de identificación y firma electrónica de forma adecuada. Sin embargo, las garantías jurídicas están reñidas con la tecnología empleada para la identificación con medios electrónicos en algunas situaciones. Los mecanismos de identificación deberían ajustarse a los riesgos que haya en cada instancia de entrada a los trámites o procedimientos: a veces basta con identificarse, y otras, es preciso verificar la identidad. Cerrillo se refirió también a la posibilidad de usar un sello electrónico en ciertos casos.

El tema de la seguridad electrónica en las administraciones públicas nos remite necesariamente al Esquema Nacional de Seguridad y al Documento de política de firma electrónica (Cataluña cuenta con un protocolo que clasifica por niveles de seguridad y ofrece un catálogo de productos de verificación para cada caso, aspectos también explicados en detalle por Mercé Mestre que quedan recogidos más adelante).

Existen cuestiones de garantía de los aspectos recogidos en la LPACAP que dan una eficacia jurídica en el marco de las decisiones que se toman en las administraciones públicas. Al respecto, Cerrillo sugiere que la plataforma Decidim debería preguntarse en cada actuación:

¿Puede considerarse [el uso de] la plataforma como un procedimiento administrativo? Esto dependerá de la finalidad para la cual se utiliza. Si las personas usuarias son ‘personas interesadas’, entonces existe el interés legítimo (la existencia de una base legal legítima para el tratamiento de datos), lo cual permite que dicho uso sea considerado como procedimiento administrativo.

Los mecanismos de identificación y firma electrónica deberían usarse cuando así lo requiera el tipo de decisión para la cual se convoca una consulta en Barcelona.decidim. Aquí es importante señalar que la ley es más exigente en la verificación e identificación en medios electrónicos que en la recogida de firmas manuales. Sin embargo, la ley también permite emplear diferentes sistemas que van desde el más sencillo hasta aquellos que ofrecen distintos grados de usabilidad, señaló Cerrillo.



La apuesta por la transparencia

Según el analista Antón Queralt, para hablar de validez jurídico-administrativa en el ámbito de la participación digital debemos recordar que Decidim promueve el uso del código abierto, lo cual es toda una apuesta por la transparencia, la replicación y el mejoramiento del programa como herramienta. En última instancia, se busca alcanzar una legitimidad para el propio sistema y, asimismo, en las áreas de mejora de la legitimidad del proceso participativo propiamente dicho.

“La transformación tecnológica viaja en avión, los procedimientos administrativos y los cambios jurídicos viajan en tren; y los procesos participativos de la ciudadanía van a su propio paso
.

Según Queralt, “no es fácil responder al marco normativo, garantizar todos los derechos y conjugar la cultura socioeconómica con la velocidad de la transformación tecnológica y con la garantía y la velocidad en que se mueve el marco jurídico”, pues nos movemos en un ecosistema variado y muy desequilibrado.

En cuanto al procedimiento administrativo, hoy tenemos un marco normativo incipiente (el Reglamento de participación ciudadana de la ciudad de Barcelona aprobado en 2017), un sistema facilitado mediante la aplicación Decidim para teléfonos smart (ver la propuesta de valor presentada por los estudiantes de la escuela de Elisava de Barcelona), y además, unos componentes funcionales con un ciclo de vida que consta de un espacio deliberativo previo y que incluyen el retorno y la evaluación. Teniendo en cuenta estos tres elementos, se debe buscar el encaje entre el procedimiento administrativo y el [proceso] participativo, así como también para el espacio digital que resulta de la convergencia de estos.
Queralt opina que es pertinente preguntarse por la finalidad; ¿se trata de resolver una propuesta o de crear una comunidad? Y si son ambas, ¿en qué medida? “Aquí hay que buscar el punto de equilibrio, algo parecido a lo que consigue en sus platos el chef Ferran Adrià”, añadió.


Fases de la participación y ciclos de vida

En las propuestas ¿debe haber un encaje con el espacio del procedimiento administrativo? Esto se debe encontrar mediante el análisis del Reglamento de participación. Y para ello es útil, asimismo, ver el catálogo de procedimientos disponibles en los sistemas del Ayuntamiento. Queralt señala que el procedimiento administrativo no resuelve bien la cotidianidad. Regula cosas y garantiza todos los derechos, pero esta regulación de los procesos actúa cada cuatro o cinco años. El espacio participativo-personal debe manejar estos aspectos de la cotidianidad, pues es en el ciclo deliberativo del proceso participativo donde nos ‘escapamos’ del marco estricto del procedimiento administrativo y sus expedientes.

Queralt también destacó la importancia de hacer marketing público, pues el ciudadano se pregunta por dónde puede entrar para introducir estos procesos o propuestas de manera válida, cuando se encuentra con más de 1 000 páginas web del Ayuntamiento de Barcelona. Por esta razón, se podría plantear un encaje selectivo en el procedimiento administrativo que permita legitimar o asegurar el proceso participativo. "Vemos que el ciclo de vida de este proceso que involucra a la administración pública y la ciudadanía es muy amplio; y quizá no haga falta integrarlo en todas sus fases, sino de forma selectiva, aprovechando la norma al máximo y desde el Reglamento", sugirió.


Además de las leyes, las normas y las comisiones municipales para legitimar lo que se hace desde Barcelona decidim, podríamos usar los llamados ‘terceros de confianza’ para legitimar y marcar rigor en muchos procedimientos. Es lo que se usa en los sistemas de pago entre la administración y la ciudadanía, donde los terceros de confianza son las entidades bancarias
 
¿Podría existir un tercero de confianza que cubriera aspectos de legitimidad de la participación ciudadana? ¿Qué agentes del territorio o el modelo pueden aportar esta legitimidad que falta para completar el ciclo de vida? 
 
Por último, Queralt recomendó evitar una focalización excesiva en las problemáticas que haga perder la visión panorámica. Por eso propone estudiar la evolución de las administraciones públicas en relación con la ciudadanía y establecer una relación entre los puestos y los procesos de trabajo.

Conociendo los módulos

Mercè Mestre, responsable del departamento de calidad y seguridad en el IMI, describió el sistema de identificación y firma del ciudadano y el empleado público en el Ayuntamiento de Barcelona.

El IMI como organismo municipal debe velar por el cumplimiento de la ley y responder a las demandas de la Oficina de Atención al Ciudadano, cuya misión es ofrecer ayuda en materia de registro para encontrar nuevas formas de interactuar con los ciudadanos dentro del marco de la ley.

Los mecanismos para la autenticación y la firma del ciudadano emanan de la Ley 39 de política de identificación y firma del Ayuntamiento. Pero además estos deben alinearse con las medidas de gobierno del Ayuntamiento: la administración cercana, el empoderamiento y la eliminación de barreras para la ciudadanía en su relación con la administración local.

También es necesario adaptar la LPACAP a los portales municipales, a los servicios telemáticos que se ofrecen a la ciudadanía, y para el empleado público que debe atender al ciudadano en sus demandas tanto presenciales como en el back office.

Los módulos de autenticación y firma son funcionales y están al servicio de todos. Se ha construido un módulo común que sirviera para todos y que se pudiera gobernar según el tipo de trámite para definir los niveles de seguridad, con el fin de estandarizar, unificar y economizar.


La administración cercana, el empoderamiento y la eliminación de barreras para la ciudadanía en su relación con la administración local, son objetivos del gobierno municipal.
El módulo común de autenticación es el certificado digital, tanto en tarjeta como en software, que usa el validador del Consorcio de la Administración Abierta de Cataluña AOC.

El Mòbil ID es el mecanismo de identidad de ciudadanos, asociado a una APP de identidad creada en el Ayuntamiento que hacia finales de 2018 estará también bajo el sistema Vàlid del AOC. Tanto el certificado digital como el Mobile ID son mecanismos muy restrictivos y por ello se está buscando maneras de ampliarlos.


Módulo de firma telemática del ciudadano (con centralización del AOC)

El VÀLid del AOC ha creado un mecanismo de firma ordinaria que permite recoger evidencias de identificación (por mecanismo Clave, IDCat mòbil o certificado) y también comprobar la ‘voluntad de firma’.

Hoy existe la posibilidad de conseguir los llamados sellos de integridad para la interacción ciudadana en las instancias o documentos presentados en los portales de la administración local. Con el código seguro de verificación (CSV) también es posible recuperar algunos trámites (pago de multas, solicitud de becas, etc.) realizados anteriormente.