30 enero 2018

Economías transformadoras de Barcelona



Fuente: www.opcions.org

Presentación del libro Economies transformadores de Barcelona


Transcurrida una década de la última crisis financiera que ha afectado la organización política, social y económica de las democracias social-liberales, y con un Estado de bienestar en franco retroceso, empiezan a perfilarse caminos alternativos para el recorrido hacia una economía centrada en las personas. Estos cambios están siendo documentados y analizados en el marco de la efervescencia política surgida en España a raíz de los movimientos 15-M y las candidaturas populares que desde el año 2015 han accedido al gobierno municipal en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. A partir de estos cambios políticos, se están planteando nuevas maneras de tomar decisiones de gobierno, contando con la consulta y la participación política de la ciudadanía, e impulsando una batería de políticas públicas en el ámbito de la economía que no se habían visto en décadas.

Actualmente existen en nuestro entorno múltiples manifestaciones del movimiento de la economía social y solidaria, a partir de las cuales podemos analizar su forma jurídica, y también su funcionamiento, empleando herramientas de medición ya consolidadas. Entre estas, destacan los indicadores proporcionados por los balances y las auditorías sociales, cuya implantación y aceptación es mucho mayor que las de las auditorías de la deuda; en estas últimas, los Estados, las corporaciones y las instituciones financieras se resisten a prestar oídos o extraer conclusiones tras analizar sus decisiones sobre el rescate de los grandes bancos o la adjudicación de contratos públicos que han sido lesivos para el interés público (léase el contrato con AGBAR para el  proveimiento y gestión del saneamiento de aguas en Barcelona).

El libro que nos ocupa describe las nuevas economías como transformadoras y plurales porque, además de referirse a la economía productiva tradicional (la que ocurre en el marco de la triada conformada por un Estado redistributivo, el mercado de naturaleza competitiva y el capital financiero especulativo), también se ocupa de la denominada economía reproductiva que nos permite entender la actividad económica como un metabolismo social, alcanzado gracias a una cadena de sostenimiento de las necesidades humanas, y que comprende: las actividades social-solidarias de las cooperativas, la infraestructura que permite la cooperación social y los cuidados para la reproducción de la vida, y los ecosistemas (siempre teniendo en cuenta la histórica división social del trabajo entre hombres y mujeres).

Sostenibilidad y poder


Economies transformadores de Barcelona  tiene su origen en la “sedimentación de la experiencia” del autor como miembro de la cooperativa  Opcions y activista de los movimientos por el decrecimiento y la resolución de conflictos socioambientales, sin olvidar su compromiso con la promoción del pensamiento estratégico y feminista en el seno de la XES (red de economía solidaria de Cataluña). La publicación de este estudio ha sido posible por un encargo del Ayuntamiento de Barcelona de realizar un diagnóstico de la economía social y solidaria con el fin de formular políticas públicas dirigidas a ese ámbito.

No es casual que muchos de los conceptos presentados en el libro, de carácter político e identidad no del todo definidos, se conviertan (según su autor) en “terrenos de disputa entre diferentes visiones que sí tienen un proyecto político definido, con visiones más profundas sobre la sostenibilidad y el poder”.

Suriñach sostiene que “las batallas por los significados son especialmente relevantes cuando las distintas administraciones públicas desarrollan marcos legislativos y reguladores de estos conceptos”, tal y como se observa al traducirse estos en una mayor asignación de recursos públicos a proyectos relacionados con el ‘emprendimiento’  y la ‘innovación social’ en el ámbito municipal de Barcelona.


Algunas etiquetas y conceptos


El estudio tiene cuidado en distinguir entre los movimientos y los fenómenos de la economía alternativa. Los primeros son aquellas iniciativas que cuentan con una base social organizada y un proyecto político, mientras que los segundos son conceptos que sirven para identificar unas determinadas prácticas, en las que se observa una mayor ambigüedad, o cuya definición es menos homogénea.

En el capítulo 3, el libro se detiene muy especialmente en el movimiento de la economía colaborativa, cuyas manifestaciones son descritas como “una gradación que va desde las formas más mercantiles hasta aquellas propuestas de organización y gestión comunitaria que tienen una marcada preocupación por el común” que en último caso pasan a denominarse economía colaborativa procomún.

La economía colaborativa es un fenómeno nuevo que se ha extendido gracias al uso generalizado de las plataformas tecnológicas abiertas, descentralizadas y no jerárquicas empleadas en la sociedad en red. Sin embargo, hacen falta más estudios para averiguar hasta qué grado esta nueva economía puede en efecto considerarse transformadora, o si se trata solo de una nueva manera de realizar transacciones mercantiles desde la economía digital.

Airbnb, Deliveroo o Uber son claros ejemplos de cómo, en sus prácticas y su financiación (a menudo con fondos de inversión de capital-riesgo), algunas de estas plataformas que empezaron siendo un planteamiento de relación entre iguales o P2P[i], han terminado por convertirse en “intermediarias u orquestadoras de estas relaciones”, como apunta Suriñach. Son plataformas que, en algunos casos, definen los precios y las condiciones de las transacciones, y obtienen con ello un beneficio económico añadido mediante la extracción de datos. Por esta razón, algunos analistas las han clasificado bajo la etiqueta de capitalismo de plataforma.



“Buena parte de los esfuerzos de la economía colaborativa van dirigidos a no convertirse en un mercado absolutamente desregulado y sujeto a niveles de acumulación de poder y riqueza desproporcionados por parte de las grandes plataformas, sino en unos ámbitos de trabajo y consumo que sean co-gobernados por el conjunto de personas usuarias, trabajadoras y 'prosumidoras', desde un enfoque que busca privilegiar la aportación al común y no tanto una perspectiva eminentemente utilitarista”. (Economies transformadores de Barcelona, pág. 131. Traducción propia)

Economía plural


Al analizar el papel que juega cada movimiento de la economía social, Economies transformadores da a conocer las caras ocultas (y plurales) de la economía y sus múltiples expresiones, las cuales se ubican más o menos cerca del marco de referencia de la economía productiva, o se enmarcan en la economía reproductiva transformadora, y en el ámbito del procomún (conformado por los bienes, recursos comunes y las maneras o culturas en que estos se comparten y gestionan).

El tema del poder emerge a lo largo de la investigación: ¿qué estilo o modalidad de gestión es adoptada en cada iniciativa? ¿Cuál es la postura respecto al lucro en relación con el objeto social de la entidad? ¿Y cómo queda recogido este en el Balanç social de l'economia alternativa de Catalunya, que ha sido el punto de partida para este libro. “¿Dónde se pone la línea roja, como lo definimos? ¿Cuál es el sesgo excusable por la “construcción del mercado social?” reflexionó su autor durante la presentación del libro en el Espai Contrabandos de Barcelona.

Para Álvaro Porro (Comisionado de Economía social, desarrollo local y consumo del Ayuntamiento de Barcelona), este trabajo permite operativizar unas políticas públicas en la medida que define unas taxonomías mediante el análisis de las organizaciones que han incorporado innovaciones de gobernanza en su seno.

Ana Muñoz  la describe como una obra explicativa y descriptiva de referencia, que ilustra lo que pasa en el ámbito de la transformación social. Desde una perspectiva feminista de la economía, la experta matizó: “¿hay diferencia entre ‘asumir’ un trabajo voluntariamente y resignarse a hacer algunas clases de trabajos?”; sin olvidar que en España, hasta 1981, las mujeres necesitaban un permiso del marido para trabajar. Así, podemos decir que las líneas rojas de la economía feminista existen; sin perder de vista que es necesario romper con los espacios de opresión en el ámbito laboral.

¿Emprendimiento o inserción?


Por último, es evidente que los actores grandes dentro del ámbito de la economía social y solidaria son necesarios y deben ser visibles como actores económicos en conjunto; lo cual debe tenerse siempre en consideración si se busca generalizar una cultura de la responsabilidad y la rendición de cuentas. Para los expertos, este libro marca un cambio de etapa, pues ahora es necesario generar conversaciones transversales e identificar los retos surgidos de estas.

Ruben Suriñach apunta tres retos frente a los cuales debemos estar atentos al diálogo de los significados en los nuevos conceptos surgidos de la economía plural: en primer lugar está la escalabilidad de los proyectos (¿hasta qué punto estos son replicables y en qué dimensiones?); en segundo lugar, hay que prestar atención a la competencia que se puede generar entre distintos movimientos similares y a los obstáculos y oportunidades que esta representa; y por último, es preciso estar atentos a la tarea de conseguir una mayor participación en la propuesta de estas acciones de empoderamiento económico, para que su acceso no se limite solo a las clases medias y profesionales, y siempre procurando fomentar la hibridación de estas nuevas prácticas socioeconómicas.
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Economies transformadores de Barcelona
Ruben Suriñach Padilla
Editorial Montaber
Barcelona 2017
187 páginas





[i]Método de intercambio de datos en red que permite el flujo de conocimientos de un modo abierto, descentralizado o no jerárquico.

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